No sé si la habréis empezado ya, pero yo iré a
mi ritmo (capítulo diario), así que espero me podáis acompañar en el visionado
de la última serie de Marvel Netflix antes de los Defensores.
Hoy toca hablar del segundo capítulo, un
capítulo que sigue centrado en la identidad del protagonista y lo poco que le
creen (es difícil de creer, la verdad).
Así, la vuelta de Danny a nueva York no va como había planeado,
internado en un psiquiátrico y casi asesinado por uno de los internos, es
incapaz de concentrarse debido a las drogas que le obligan a tomarse.
El personaje está viniéndose abajo, su limitado
control de la ira es evidente, y el médico que debe tratarle no le cree de
ninguna de las maneras. Sesiones en las que Danny le cuenta detalles de su vida
y cómo consiguió sobrevivir al accidente son de lo más interesante de éste
arranque, aunque también es cierto que son precisamente esas historias (con
templos en otras dimensiones, monjes en zonas recónditas y él siendo algo
llamado el Iron Fist…) lo que hace que su credibilidad sea cuestionable.
Así, su paso por el psiquiátrico únicamente le
traerá frustración, y a nosotros el conocer a algunos personajes peculiares.
Por suerte hay gente fuera que duda, entre ellos
su amiga de la infancia, y poco a poco se le va poniendo a prueba y se va
comprobando que sí, que él es el chico que desapareció quince años atrás.
Aquí vale la pena detenerse para ver los
distintos enfoques entre la amiga y el amigo. Ella acaba por creer y quiere
liberarle del psiquiátrico para hablar con él y aclarar las cosas, mientras que
él sólo siente envidia e intenta acabar con su vida una vez tras otra.
Otro personaje interesante y que gana peso
durante el capítulo es el padre de los dos amigos, un hombre encerrado durante
años por algo que no sabemos y qué ve en los desvaríos (aparentes) de Danny la
solución a sus problemas: parece que éste Iron Fist es el destinado a acabar con
la Mano (organización que ya vimos en Daredevil), y parece también que éste
hombre debe tener algún problema con ella… veremos cómo sigue.
El último personaje interesante que se nos sigue
desarrollando es la instructora de artes marciales, una chica que se ve
envuelta en éste estira y afloja entre el amigo de Rand y el mismo Rand y que
lo único que nos demuestra es que tiene cierto honor. Interés romántico
evidente de cara a futuros capítulos, pero que ahora mismo tampoco aporta nada.
Y el final del capítulo nos muestra al Iron Fist
en acción, un poder que se manifiesta cuando más está recibiendo su portador y
que le permite escapar del centro donde estaba (curiosamente la misma noche en
la que iban a sacarle XD).
De nuevo me ha parecido un buen capítulo,
demasiado largo (una hora), pero que no me ha aburrido en ningún momento. Con
éstos dos primeros capítulos tenemos a los personajes ya presentados, la
identidad de Randy se nos hace evidente (que no para el mundo) y se van viendo
quiénes son los malos y quiénes los buenos, quedando en un gris oscuro el padre
que quiere utilizar el buenos de Randy.
Las actuaciones siguen pareciéndome
convincentes, ninguna para ganar un Oscar, es evidente, pero sí que consiguen
establecer perfectamente los patrones por los que se mueven los personajes.
Unos personajes que de entrada parecen bastante más planos que los vistos en la
serie de referencia (Daredevil), pero que se me acercan más al ideal que uno
encuentro en las páginas de un comic.
Dos capítulos y la serie sigue gustándome, con
un protagonista que me hace sacar más de una sonrisa por su aparente inocencia
y que puede que haya tirado por lo fácil, pero no por ello deja de ser un
producto cuidado y que estoy disfrutando. Quedan once capítulos, pero de
momento no tengo quejas de peso.
Valoración Followmytv: 7,6.
Valoración Imdb: 8,0.
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