Y ya está, se me hará raro no
hacer la review semanal de The Walking Dead (al menos hasta que vuelva), pero
el caso es que la séptima temporada ya ha pasado ante mis ojos, en especial el
último capítulo de la misma que es del que voy a hablar hoy (de la temporada al
completo ya hablaré el fin de semana).
Narrativamente el capítulo
está muy bien llevado, con continuos flashbacks de Sasha en su despedida de
Abraham junto con varias conversaciones de la misma en las que conocemos el
plan de Negan y su esperanza de que Eugene vuelva a recapacitar. Una serie de
escenas que nos dan una idea de lo que pasará (yo lo tenía clarísimo) cuando
vuelva a aparecer en escena más adelante.
Luego está la escena con
Dwight, en ella están a punto de matarlo, pero Daryl ve a un tipo que no tiene
nada que perder y quiere vengarse, lo que hace que se fíen de él; al menos para
que les ayude a acabar con Negan.
Una serie de escenas
intercaladas nos muestran cómo las distintas comunidades se están preparando
para la guerra, todos en marcha y listos para lo que tenga que pasar. Incluso
los chatarreros, con una escena un tanto bizarra en la que su líder pide acostarse
con Rick… en fin.
Y hacia mitad de capítulo
empieza a moverse todo. Negan llega a Alejandría dispuesto a matar a quien haga
falta, con un grupo reducido. La cosa parece ir más o menos bien, con Eugene
intentando parlamentar… y Rick ordenando que les vuelen por los aires, momento
en que los explosivos fallan y los chatarreros cambian de bando. Aquí entra en
juego el plan de Sasha, que se ha suicidado y ataca a Negan cuando éste quiere
hablar con Rick. Ese es el momento que el grupo necesitaba para cambiar las
tornas un poco y conseguir que algunos de sus miembros huyeran, lástima que
Rick y su hijo caigan en manos de Negan.
La escena siguiente es
bastante tensa, con el hombre del bate riéndose en la cara de Rick, la viva imagen
de alguien que lo tiene todo controlado y a quien nada puede salirle mal. Una
charla donde le dice que matará a su hijo y luego le cortará a él las manos.
Curiosamente Rick se mantiene firme (no como al inicio de la temporada) y
promete acabar con todos, incluso sin manos.
Y justo cuando Negan levanta
el bate para matar a Carl aparecen los del Reino pistola en mano, seguidos al
momento por los de Hilltop y los que se habían reagrupado de Alejandría. Es un
momento muy chulo, en el que confieso que me recorrió un escalofrío y que
supone el primer paso en falso de Negan.
Acción, huida de los
Salvadores y los Chatarreros… y una guerra declarada.
Lo último son dos escenas. Por
un lado Negan con un auténtico ejército listo para la guerra y por el otro el
grupo de Rick, con un speach de Maggie de fondo en el que declara que son una
familia y se recuerda el camino que la serie ha ido tomando para llegar hasta
éste momento.
Guerra declarada y unos meses
por delante hasta la octava temporada.
Como he dicho al empezar me
parece un buen capítulo, con escenas tensas, emoción, acción y un montaje
bastante bueno en su parte inicial. El tigre matando gente, Ezekiel en plan
épico, Carol, Morgan, Daryl, Michonne… todos matando juntos y protegiéndose
unos a otros. Es chulo y se disfruta.
El problema es que con todo lo
que ha hervido la serie para llegar hasta aquí lo único que nos han enseñado es
la primera escaramuza de una guerra que, posiblemente, ocupará otra temporada entera.
Así que el problema no se lo veo al capítulo en sí, sino a la temporada que le
ha precedido y a cómo ha querido contarnos lo que hemos visto. Pero bueno, eso
lo hablaremos más el fin de semana.
Me parece un buen capítulo
final de temporada, quizás hubiera matado a algún personaje más (Rosita o el
novio de Aaron, por ejemplo) para darle algo de dramatismo al tiroteo final.
Pero bueno, así no queda mal del todo.
Eso sí, espero que el año que
viene las cosas vayan un pelín más rápido.
Valoración
Followmytv: 7,8.
Valoración Imdb:
7,9.
No hay comentarios:
Publicar un comentario