Llegamos al tercer capítulo de
la séptima temporada, casi el ecuador de la serie y el último capítulo que
reseñaré hasta mi vuelta de las vacaciones (no me pondré a escribir reviews en
el móvil, lo siento), así que hasta finales de mes os dejaré con la incógnita
de lo que me ha parecido a mí el capítulo de la semana. Eso sí, luego me haré
un maratón y los pondré todos seguiditos, para que no os quejéis.
Pongamos el primer foco en
Rocadragón, con el esperado encuentro entre Daenerys y John, un encuentro que
no va todo lo bien que debería, pero que nos regala una escena de más de doce
minutos totalmente imprescindible a nivel actoral (especialmente los
secundarios de la misma) y en la que tendremos un primer contacto.
En éste mismo punto tendremos
alguna conversación más totalmente imprescindible, como la que tienen Tyrion y
John o el mismo John con Daenerys y que muestran cómo poco a poco van acercando
posturas. Es que a ver, ir a decirle que vienen los zombis y que pasas de
jurarle lealtad es como para que recibir un recibimiento frío. En fin, que quitando el final, esto es lo
mejor del capítulo y algo totalmente esperado durante muchísimo tiempo, espero
que hagan migas más pronto que tarde.
Ahora pasemos el foco a tres
lugares más “secundarios”.
En el primero Sansa demuestra
que está capacitada para gobernar Invernalia, siendo capaz de hacer malabares
incluso con meñique. Por si fuera poco está el reencuentro con bran, un chaval
cambiado y casi ido que llega diciendo que debe hablar con John (la esperada revelación
de su linaje).
El otro punto “menor” es el de
Sam y Jorah, dos personajes que se han acercado mucho tras lo sucedido
anteriormente y que se marcan otra de esas grandes escenas de diálogo que tan
bien saben hacer en ésta serie. A ver si les vemos pronto en Poniente, quizás
acabemos teniendo a Jorah mediando en favor de John, quien sabe.
Y el último lugar “menor” es
el de Theon, pescado del mar por los pocos Greyjoy que le quedan y enfrentado a
lo que vuelve a ser. Cómo acabará éste hombre?
Le toca ahora a Desembarco del
Rey, donde Cersei celebra la victoria del capítulo anterior y da largas a un
Euron totalmente desatado en modo Rock Star. Es curioso cómo el humor negro
sigue presente en las miradas entre Euron y Jaime, un Jaime que tiene que
acostarse con su hermana (que cada vez está más loca) para recordarse que la
quiere.
Aquí tenemos también el
escenón de la tortura hacia las cautivas, si es que las mujeres son malas
cuando quieren.
Y por último el final, la toma
de Roca Casterly por parte de las fuerzas de Daenerys, un asalto que parece ir
bien hasta que te das cuenta de que es una trampa: Euron destroza lo que queda
de la flota, y los Inmaculados se quedan aislados en una fortaleza abandonada
por unos Lanister que han ido a tocar a la puerta de lo Tyrell, abandonando su
hogar ancestral en pos de uno mucho más productivo: parece que la casa del León
está ganando la guerra.
El momento final con Olena
confesándole a Jaime lo que hizo una vez tiene claro que morirá rápido y sin
dolor es de levantarse y aplaudir XD.
Resumiendo, que me alargo, un
tercer capítulo que empieza a coger carrerilla, en el que los personajes
principales están cada vez más cerca de su destino y en el que se demuestra que
lo que parecía un paseo militar por parte de Daenerys requerirá un poquito más
de esfuerzo y unos pocos aliados nuevos (se han cargado a los que tenía en
apenas dos capítulos!).
Espero con ganas el cuarto
capítulo, que estoy convencido me encantará. Y no puedo esperar a que acaben la
serie (que no la temporada) para ponérmela en bucle XD.
Valoración Followmytv: 9,0.
Valoración Imdb: 9,4.
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