Ésta semana toca una película
de miedo, una dirigida por un prometedor directo Uruguayo y con un cast escaso,
pero joven y que da el pego.
La película no podía tener un
planteamiento más simple: un grupo de tres amigos, ladrones, se entera de la
existencia de una casa donde un ex combatiente vive sólo con una indemnización
obtenida tras la muerte de su hija. Es una casa sin vecinos, y el hombre es
ciego… así que, parece un golpe fácil.
Pues no, lo que parecía
sencillo se va tornando en una pesadilla a marchas forzadas, una pesadilla
donde ya lo único que quieren es sobrevivir y escapar y en la que harán algún
que otro descubrimiento perturbador.
Y ya está, planteamiento
sencillo, resolución bien llevada para una película de tensión y miedo que
juega a no añadir elementos sobrenaturales en ningún momento, sólo una casa, un
hombre adulto y tres chavales que no saben dónde se han metido.
El ser tan sencilla ayuda a
mantener un buen ritmo, con menos de hora y media de metraje, un ritmo que va
in crescendo en cuanto a angustia por lo que les va pasando a los protagonistas
y que acaba por dejarte incluso mal cuerpo en un par de escenas.
Los actores están correctos,
aunque tampoco es que hagan mucho más allá de poner caras de miedo. No son lo
importante.
Lo importante es la buena
labor de dirección que hace que una película sin apenas chicha se pase la mar
de bien y se convierta en un entretenimiento más que digno. Una película que no
pasará a la historia por ninguno de sus elementos, pero que sí gustará a los
fans del género hartos de tanto fantasma.
Vale la pena? Sólo si os gusta
el género.
Valoración Personal: 6,5.
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